“El momento que vivo ahora se parece mucho a lo que siempre soñé”

martes, 8 de junio de 2010


El ganador del Premio Clarín de Novela 2009, el escritor Federico Jeanmaire, habla de sus libros y de sus costumbres a la hora de escribir. Además, asegura que la originalidad dejó de ser un valor en la literatura.

Federico Jeanmaire escribe en “el lugar más cómo de la casa”, un rincón donde yace un antiguo escritorio parecido al que tenía su abuelo y una silla hamaca que con su balanceo atrae las ideas cuando estas quieren alejarse de su mente. En las paredes de ese pequeño oasis que inspira al escritor, además de numerosos estantes que contienen a sus libros más queridos, reposan algunas fotos especiales para él, como las de su hijo o la de la mujer que más quiso en el mundo, aquella tía paterna que una lejana tarde en Madrid le dijo que se dedicara a otra cosa, que la escritura no era lo suyo, que eso se lo dejara a otros.
“En ningún momento me largué a llorar, o se me pasó por la cabeza hacerle caso y no escribir. Todo lo contrario, el día que me dijo eso salí de verla convencido de que iba a ser escritor”, recuerda el autor argentino, de 52 años, que cuenta con 16 libros publicados, entre los que se encuentra Más liviano que el aire, la obra que ganó el Premio Clarín de Novela 2009 y que se encuentra entre los títulos nacionales más vendidos en lo que va del año.
Durante su estadía en España, para poder subsistir Jeanmaire tocó la guitarra en los subtes, vendió artesanías y hasta llegó a tener una lechería con un amigo argentino. “Siempre tuve como objetivo trabajar lo menos posible para mantenerme y tender hacia el momento que vivo ahora, que se parece mucho a lo que siempre soñé”, explica el escritor que, desde hace unos años, se dedica pura y exclusivamente a lo que más ama en la tierra: escribir novelas.
Para Jeanmaire, la novelística es una escritura que, a diferencia del cuento, tiene que ver mucho más con el desarrollo de los personajes que con las ideas. “El cuento se hace primero en la cabeza y después se escribe, y eso es algo que nunca me pasó. En mi caso, el placer de escribir está puesto en que nunca sé lo que va a pasar y eso es lo que me divierte y lo que hace que la pase tan bien trabajando”, agrega.
Su obra puede dividirse en distintos grupos que siempre cuentan con una serie de tres novelas, las que responden a un mismo tema específico: “Tengo una colección que intenta dar respuestas a algunas cosas que nunca comprendí del todo de la cultura argentina, otra sobre los libros que quiero, después una que es autobiográfica, y ahora, con Más liviano que el aire, inicio una serie que tiene que ver con meterme de lleno en la realidad”.
¿Por qué elige escribir de esa manera?
Porque odio repetirme y no quiero hacer toda una obra parecida. Aunque el estilo se identifique en todos mis libros, me gusta ponerme en riesgo en cuanto a la búsqueda, la temática y el enfoque. Está bueno arriesgarse, no quedarse sentado en lo que ya conseguiste y salir en busca de algo que te complique por alguna razón.
¿Cuándo llegan esas complicaciones?Casi siempre cuando cambia la serie tengo una crisis bastante fuerte, porque me meto a pensar hacia dónde quiero seguir. En esos momentos llegan a pasar un montón de meses en los que no puedo escribir, pero cuando estoy en medio de una serie no tengo ninguna complicación. Si sé lo que quiero hacer, nunca me falta material para escribir, porque si bien mi escritura es bastante meditada, es muy espontánea en cuanto al hacerse.
Este hombre de voz baja y mirada transparente es considerado uno de los autores argentinos más particulares de los últimos tiempos. “Cuando se habla de singularidad en lo que yo hago seguramente se está hablando de originalidad y estilo, porque estamos en un tiempo en el que se tiende a contar historias de manera correcta, que todos puedan leer, y la originalidad dejó de ser un valor”, argumenta el novelista.
No obstante, Jeanmaire quiere dejar en claro que esta singularidad que lo caracteriza no es invento suyo. “Todas mis formas literarias son apropiaciones de un montón de escritores, casi todos en lengua española, como [Domingo Faustino] Sarmiento, [Antonio] Di Benedetto y [Julio] Cortázar. A mí me gusta decir que trabajo con muchos amigos al lado, que son los que posibilitan eso que estoy haciendo”, indica el autor.
Jeanmaire ha recibido numerosas e importantes distinciones a lo largo de su vida, pero el Premio Clarín de Novelas es, hasta el momento, el más popular de todos. Sin embargo, asegura seguir siendo el mismo que hace dos años atrás, aunque ahora ocupe otro lugar en las librerías, un poco más cerquita de sus amigos, los mismos que lo acompañan cuando escribe sus novelas.

Por María Eugenia Belich
READ MORE - “El momento que vivo ahora se parece mucho a lo que siempre soñé”

Tomás Alegre: "No me imagino sin música"

sábado, 5 de junio de 2010


Podría decirse que Tomás Alegre lleva una doble vida: por un lado, las rigurosas obligaciones de un pianista profesional ganador de prestigiosos premios. Por el otro, la de un adolescente como tantos otros, que cursa el último año del colegio secundario y disfruta de pasar tiempo con sus amigos. Con sus cortos 17 años, todos ellos transitados en San Isidro, el músico ya se hizo del Premio Clarín Espectáculos 2009 “Revelación Música Clásica”, becas del Mozarteum Argentino y del Fondo Nacional de las Artes, entre otros reconocimientos.

El primer contacto de Tomás con la música se produjo cuando era muy niño y su padre lo estimuló para que se acercara a los instrumentos.


¿Cómo fue empezar tu carrera desde tan chico?

Fue duro, yo no sabía que iba a ser pianista, no tenía idea. Mi papá supo describir mis capacidades. El también es músico, toca la guitarra y la batería, pero no el piano. Siempre me hizo escuchar mucha música, y en casa había instrumentos. Me fue guiando, y se dio cuenta que mi interés por la música daba para más.

¿Por qué te inclinaste por el piano?

Hay mucha música hermosa y de distintos períodos para piano. Me empezó a gustar desde los 8 años, porque escuchaba mucha música clásica, además de otros géneros. A los 10, empecé a tomar clases con Susana Kasakok, que fue mi primera profesora y continúa formándome aún hoy.

¿Cómo llegaste desde esas primeras clases hasta tu debut en el Gran Rex?

Mi profe conocía al director de la Orquesta Académica del Colón, y pude ir a una audición con él, entonces a los 12 debuté con la Orquesta en la inauguración del Mozarteum. No me lo esperaba.

Recibiste muchos reconocimientos en los últimos años, ¿qué significan para vos?

Es importantísimo. Esta cantidad y calidad de premios me incentiva a seguir estudiando. Disfruto mucho tocar. Cuando lo hago vivo siento la recompensa de tanto trabajo.

¿Cómo combinás la vida de un pianista profesional con la de un adolescente que todavía no termino el colegio?

No es fácil. Mi papá se las ingenia bien para arreglarme la agenda, para que no se me junte el trabajo con los exámenes. Quiero terminar el colegio en tiempo y forma.

¿Cómo es un día en tu vida?

A la mañana voy al colegio hasta la 1 del mediodía. Después, los lunes, martes, jueves y viernes voy al Conservatorio Provincial Juan José Castro, en Martínez. Los viernes, además, tengo clases particulares de piano.

¿Qué hacés cuándo no estás estudiando música?

Me gusta juntarme a jugar al fútbol con mis amigos, ir al cine, no encerrarme sólo en el piano.

Más allá de la música clásica, ¿escuchás otros géneros musicales?

Sí, me gusta mucho el rock. Escucho a los Beatles, Deep Purple y a Peter Gabriel, gracias a mi papá que me hizo escucharlos desde muy chico. A veces, ante mis amigos o en el colegio, toco rock y blues.

¿Qué planes tenés para el corto plazo?

En agosto voy a viajar a Suiza, a participar de una beca bajo la guía de la pianista Edith Fischer . Van a ir chicos de todo el mundo.

¿Quién te acompaña en tus viajes?

A Suiza, en particular, voy a ir con mi tía. Pero, por ejemplo, a Bariloche y Usuhaia fui con mi papá. Es importantísimo contar con el apoyo de mi familia. De todas formas, me encanta viajar.

¿Qué esperás para tu futuro?

Me gustaría dedicarme a esto, es lo que mejor hago y lo que más me gusta hacer. Cuando termine el colegio, me voy a dedicar llanamente a la música. Me gustaría poder estudiar en Europa con algunos de los grandes pianistas, como hicieron muchos músicos argentinos, como Xavier Inchausti . No me imagino sin música.


Para deleitarse con la música de este jóven:


http://www.youtube.com/user/bochialegre#p/a/u/1/oeeiH9fdYSc

http://www.youtube.com/user/bochialegre#p/u/9/_d3mZhOqLuo

http://www.youtube.com/user/bochialegre#p/u/8/Y92JOSM4urc


Por Lucila Pinto.
READ MORE - Tomás Alegre: "No me imagino sin música"

Magia e inclusión para los más chicos

La Linterna Mágica es un club de cine para chicos que nació en Suiza en 1992, y que desde el 2008 nuclea en Buenos Aires a unos 250 chicos que participan, un sábado al mes, de una función teatral y cinematográfica en la Ciudad Cultural Konex de la Capital Federal.
El club porteño es el primero en Latinoamérica y representa, para sus pequeños miembros, un lugar de pertenencia y aprendizaje en el que se expresan y aprenden a través de sus propias experiencias y emociones con la pantalla grande.
Dentro de este marco de educación no formal, la Linterna Mágica junto a Arte en Red, (una iniciativa de Red Solidaria y Casa de la Cultura de la Calle), crearon un plan de becas para abrir las puertas del club a chicos socialmente desamparados, muchos de los cuales jamás han entrado en una sala de cine.
“Los que hoy son niños serán los artistas y líderes de los próximos años y como tales consideramos que apuntar a su emoción y su mente abierta es tan importante como darles de comer o de vestir”, dice Demián Adler, uno de los directores de La Linterna Mágica en Buenos Aires.
Las funciones son sólo aptas para miembros de entre 6 y 12 años, y comienzan con una obra a cargo de un grupo de actores que ayuda a los chicos a descubrir por sí mismos las maravillas del cine en general y del film puntual que verán esa tarde. Así, al momento del apagón, todos cuentan con herramientas para entender y captar la obra de arte en todas sus formas, convirtiéndose en pequeños espectadores que aprenden a ver cine y, sobre todo, a compartir experiencias e ideas con otros chicos de su misma edad.
“Lo importante es que el factor común entre todos los chicos que participan, con o sin recursos, es la infancia y el arte; allí todos pueden llamarse niños y artistas”, explica Soledad Maceira, psicóloga infanto-juvenil.


Cómo becar a un chico

Por medio de Ticketeck o en la boletería del Konex, cualquier persona desde todo el país puede comprar una membresía de cien pesos por única vez, y becar a un chico sin recursos económicos a un año de participación en La Linterna Mágica, brindándole la posibilidad de involucrarse activamente con el arte y, sobre todo, invitándolo a formar parte de un marco educativo.
“Estos emprendimientos posibilitan el tejido de redes de sostén y de vínculos con otros, lo que le permite a los niños el armado de una identidad, ya que ser socio implica pertenecer y ser valioso para un grupo”, explica Maceira.

Todo niño tiene un nombre

Dos semanas antes de la cita, los chicos reciben en sus domicilios una revista que les adelanta información y curiosidades sobre la película que verán en la siguiente función. Los títulos varían desde El Mago de Oz de Víctor Fleming, hasta La Quimera del Oro de Chaplin con orquesta en vivo. En cada encuentro el grupo profundiza en temas como la adaptación literaria, los diferentes géneros cinematográficos y la realización del film, entre otros.

“La posibilidad de comprar una membresía significa que durante un año un niño con poco contacto con el arte asistirá a las nueve funciones de teatro y cine, compartiendo un marco no competitivo con todo tipo de chicos y recibiendo la revista en su casa u hogar. Este punto es importante porque en muchos casos hablamos de niños sin padres, que al recibir un sobre a su nombre refuerzan su identidad independiente del hogar donde hoy viven,” opina Demián.

La iniciativa de La Linterna Mágica y Arte en Red es una oportunidad para chicos y adultos. Para los que ayudan siempre y para los que dan una mano de vez en cuando; para quienes donan ropa, alimentos y juguetes cada año, pero apuestan sobre todo al arte, la educación y la inclusión, como verdaderos motores de cambio.


Denise Diment.


El Club de Cine de los chicos









READ MORE - Magia e inclusión para los más chicos

"La capacidad de jugar la función de paternaje y maternaje no pasa por lo que tengamos entre las piernas"

jueves, 3 de junio de 2010


A partir del debate para hacer posible la aprobación del matrimonio homosexual, la adopción entre personas del mismo sexo despertó una nueva movida entre las banderas que agrupan a aquéllos que quieren ser padres o madres, pero no pueden por cuestiones discriminatorias, trabas desde diferentes sectores de la sociedad, siempre emparentadas al prejuicio, que alejan por completo el deseo de que dos personas de igual sexo puedan hacer validar sus derechos como tales, entre ellos, armar una familia.
Al respecto, el psicólogo y miembro de la Comunidad Homosexual Argentina (CHA), Jorge Horacio Raíces Montero, habló en este reportaje acerca de los motivos centrales para concebir un hijo, sin diferenciar condición de sexo, las mal interpretaciones de la ley -“moderna”, como la llamó el profesional-, y la necesidad de dejar por sentado una verdad que salió de las palabras del psicoanalista argentino Alfredo Grande: “Ningún niño nace si no es adoptado”.
En la actualidad, las parejas compuestas por homosexuales, ¿pueden adoptar?
Sólo pueden adoptar las parejas heterosexuales que hayan pasado por la ley de matrimonio. Si una pareja no quiere pasar por eso, porque no comparte la ideología, porque le parece una cagada -eminentemente machista y misógena-, no podrá adoptar porque no está matrimoniada. Sí pueden hacerlo como individuas o individuos, en forma de persona soltera.
¿La Ley de Adopción, en Argentina, manifiesta algún tipo de discriminación hacia los homosexuales, para presentar su pedido se adopción?
La ley en ningún momento impide a una mujer lesbiana, o varón gay adoptar, al contrario, es la única ley moderna que no habla de varón y mujer sino de “personas”. Quien interprete la ley va a poner coto a esto. Si un gay con esteriotipo de varón va a adoptar nadie le va a impedir hacerlo porque no se le pregunta qué es, pero sí va a estar último en la cola, porque el machismo sigue funcionando y una mujer sóla tendrá prioridad para tener un hijo. Hay que diferenciar lo que es legítimo de lo que es legal. Parejas de todo tipo adoptan y seguirán adoptando, y en forma totalmente legítima; y son sus actuales y reales padres y madres. Pero eso no significa que sea legal, ya que legalmente no pueden.
¿Por qué en el debate sobre la ley de matrimonio homosexual, en la cual el eje ha sido corrido hacia el tema de la adopción, se habla de la familia "tipo", mamá y papá, como la adecuada para criar mejor a un hijo?
Es un tema de machismo. La estructura familia aceptada es la de una varón y una mujer con dos chicos, el primero varón y rubio, si es posible. Es una estructura machista, misógena y patriarcal que nos atraviesa y por suerte estamos superando con mucho laburo gracias, sobretodo, al feminismo. Cuando se hace una ley, la mayoría de los que las hacen son varones y la Iglesia participa. Entonces, desde ahí va a estar la ley. No obstante se trate de una ley moderna, ¿quién la va a interpretar? Los jueces, que en su mayoría son hombres.
En caso de aprobarse el matrimonio homosexual, ¿se aplicarán trabas y prejuicios a aquellas parejas homosexuales matrimoniadas que quieran adoptar? Al pasar por la ley de matrimonio, no hace falta que le den permiso para adoptar, automáticamente la ley le dará la facultad para hacerlo. Se le va a hacer el estudio de capacidad, como a cualquier heterosexual.
Aquéllos que se oponen a la adopción por parte de homosexuales, hablan de posibles consecuencias psicológicas para los niños criados en familias homosexuales, ¿existen tales implicancias?
Este tipo de parejas adoptan desde siempre. En las investigaciones realizadas aparecen rayes y virtudes en los chicos, pero no diferentes de los de una pareja heterosexual. Sí aparecía una variable diferente: los chicos criados por parejas de minorías, no necesariamente de gays y lesbianas, pueden ser cartoneros, de extrema izquierda o extrema derecha, por ejemplo, son más proclives a no discriminar, a una mayor aceptación de la diferencia. Además, no tenemos ningún dato estadístico de pedofilia en familias homosexuales, pero sí en heterosexuales.
Entonces, ¿qué es lo que efectivamente tendría que ser tenido en cuenta a la hora de adoptar un chico?
Hay una frase de Alfredo Grande que dice: "Ningún niño nace si no es adoptado". Que vos abras las piernas no significa que seas madre, sólo que estás engendrando. Madre vas a ser cuando adoptes al hijo y cumplas la función. La capacidad de jugar la función de paternaje y maternaje no pasa por lo que tengamos entre las piernas sino simplemente por el cumplimiento de una función. No es un tema de orientación sexual o de identidad de género, es un tema de afecto, de tener ganas, de querer donar alguien a través de la cultura.

Por Lucila Pinto y Agustina Heb
READ MORE - "La capacidad de jugar la función de paternaje y maternaje no pasa por lo que tengamos entre las piernas"

Juan Pablo Geretto: “La comunicación tiene que ver con lo femenino, no sé si con las mujeres”

martes, 1 de junio de 2010

El actor Juan Pablo Geretto personaliza la relación entre madres e hijos en “Como quien oye llover”. Su primer unipersonal, “Solo como una perra”, superó las 900 funciones en varias ciudades el país. Geretto, oriundo de Gálvez, un pueblo de Santa Fe, presentó por quinta temporada “Como quien oye llover”, un monólogo de su autoría en el teatro El Cubo, ubicado en el Abasto.
Los personajes femeninos signaron su carrera como actor. En televisión durante el 2003 se sumó al staff de El show de Videomatch en Telefé, con su personaje La Maestra. En el 2005 participó del programa Circo Criollo, conducido por Nicolás Repetto en Canal 9 con Ana que forma parte de “Como quien oye llover”. En 2006 y 2007 estuvo en Mañanas Informales otra vez como La Maestra.
Al respecto de este medio dijo: “Hay de todo en la televisión, es un instrumento más”, y agregó: “Si la tele hubiera tenido brazos, todavía estaríamos abrazados. Fue como una madre para mí –rió- pobre mi vieja”.

¿Te gustaría volver a trabajar en televisión?
No es que me gustaría, pero si es necesario y si se da la oportunidad, lo haría,. Sin emabargo, en la actualidad, no hay mucho lugar en la televisión para el humor a pesar de que está en todos los lugares, no específicamente. Hay otros medios bastante interesantes para laburar.

¿En cine?
Me fascinaría. Las pocas veces que lo hice me sentí muy cómodo, como en el teatro.

Estabas trabajando en una obra acerca de la soledad de la gente en la sociedad, ¿en qué quedó eso?
Estamos en proyecto todavía, tratando de escribir, de leer mucho, de rescatar cosas de libros, más que nada ideas, no tanto textos. El concepto básico de soledad, de desamparo, o de orfandad, son cosas que pueden estar en muchísimos lugares porque son sentimientos humanos desde que el hombre existe como tal. Hay algunos libros que tienen una visión más moderna de eso y otros que lo cuentan desde algún pasado. Pero básicamente el sentimiento que nos mueve es el mismo. No la tengo clara todavía, así que puede ser que terminemos hablando de otra cosa. Los procesos creativos son así.

¿Por qué todos tus personajes son mujeres?
Las mujeres fueron el lugar más cercano de mi infancia por esta condición de barrio de hombres fantasmas. Creo que las mujeres son las dueñas de la palabra y su transmisión, enseñan a vincularte, a formar oraciones, ellas son las responsables. Los hombres tienen otras responsabilidades. Toda la comunicación, el vínculo, la fundación tiene más que ver con lo femenino, no sé si con las mujeres.

Arriba del escenario, en “Como quien oye llover” representás el amor entre las madres y los hijos. Abajo del escenario ¿cómo vivís el amor?
Trato de estar bastante presente en el amor, de que no me pase el amor desapercibido, de ponerle amor a todas las cuestiones en la vida, hasta en el trámite más complicado. Tratar de poner todo el amor hacia el otro ser humano que está ahí. A veces me falla horrores, y a veces lo logro, pero no dejo de tener ese objetivo. Creo que el amor salva al mundo, lo creo tremendamente. Yo por lo menos en mi pequeño planeta de que haya mucho amor y que esté bien presente.

¿Quiénes lo incluyen?
Mis amigos fundamentalmente. Mi familia, que está lejos en el pueblo, son una presencia necesaria y agradable en mi vida. En Buenos Aires no tengo familia. Para los que vivimos fuera del lugar de nacimiento durante muchos años, los amigos y la pareja se han vuelto la familia de elección.

¿Te gustaría volver a vivir en Gálvez, extrañás esa vida?
No, no soy de extrañar esas cosas, ni de aferrarme a nada, pero sí es un lugar donde vuelvo constantemente de otra manera. Creo que los pueblos son lugares maravillosos para crecer y para morir, pero no para la vida adulta y más activa. Fantaseo con la posibilidad de algún día volver al pueblo o a un pueblo, a lo mejor ni siquiera al mío.

¿Tenés algún recuerdo de tu infancia que sea el mejor o el más importante?
No siempre el mejor tiene que ver con el más importante. No asocio mi infancia a un solo momento. Sí con la idea de espacio que había que está muy internalizado en mí. No puedo vivir en lugares chicos o en departamentos que me sienta encerrado. Necesito una especialidad diferente, eso fue parte de mi estructura de infancia. La casa era para comer, para dormir, y el resto estabas en la calle, afuera y eras dueño de esos lugares. Hoy por hoy disfruto mucho mi casa y la calle también, pero ya no somos tan dueños de la calle como antes, y menos en las ciudades grandes. Es el recuerdo más importante.

¿Extrañarías vivir en Buenos Aires?
No. Extrañaría vivir muy lejos de Buenos Aires, pero no por la ciudad en sí, sino por las cuestiones que puede llegar a ofrecer. Siempre me gustaría vivir cerca de un cine, de la película que se estrena que tengo ganas de ver y no tener que esperar como en el interior dos meses. Soy bastante ansioso con esas cosas. Me gustaría vivir cerca de lugares donde se coma bien, se consigan las cosas para cocinar. Parece una tontería pero que en el interior no llegan las cosas como a Buenos Aires. Sólo por eso la extrañaría, pero podría vivir perfectamente en otro lugar.

¿Pensás que tu estadía en Buenos Aires se va a terminar en algún momento?
Las ciudades tan inmensas, como Buenos Aires, tienen un ritmo que la gente grande no sé si puede tener. Yo no me veo viviendo acá muchísimos años más. Pero Dios dirá, no lo sé. Ojalá pueda irme a vivir a un lugar donde estemos más tranquilos. Las ciudades tienen un ritmo más juvenil. Me veo viviendo en otros lados.

¿Siempre trabajando de lo mismo?
No. Creo que voy a tener otra profesión en mi vida, pero no sé cuál.

Presentaste “Como quien oye llover” en México. ¿Las giras te permiten llevar una vida personal?
Sí, aparte yo le doy mucho lugar a mi vida personal, la tengo bastante separada del teatro por momentos, bastante junta por otros. Siempre que viajamos a algún lado con la obra, yo tengo mucho más placer en viajar que en hacer la obra. Si trabajar es el medio que me permite viajar, bienvenido sea hacer una obra, salgo ganando. Nunca voy pocos días. Si me contratan para hacer la obra en otro país, armo el viaje para quedarme más. Sí tenemos los horarios cambiados, mis fines de semana son lunes, martes, y eso se complica un poco, pero no soy el único, los que trabajan en los cines o en los shoppings también, y tienen una vida mucho más sacrificada y seguramente un sueldo más magro. La verdad es que soy un afortunado.

¿Hay algún país que te gustaría llevar la obra?
Me gustaría recorrer Latinoamérica, de hecho está en proyecto. Lugares que me gustaría viajar a mí, absolutamente todos los rincones del planeta. No hay uno que no me gustaría estar. Si es un viaje, y no es irme a vivir, quiero ir a todos lados.

Por Marina Morales.
audio: http://www.goear.com/listen/63b3199/Juan-Pablo-Geretto-
Más información:

www.juanpablogeretto.com.ar/

http://www.facebook.com/juanpablogeretto

READ MORE - Juan Pablo Geretto: “La comunicación tiene que ver con lo femenino, no sé si con las mujeres”

 
 
 

Lectores empedernidos